Muchos nos preguntamos cuándo un bebé es prematuro, pues bien, en AGAPREM le damos respuesta a esta pregunta:
Se considera prematuro un bebé nacido vivo antes de que se cumpla la semana 37 de gestación, lo que significa que su organismo no está preparado para vivir fuera del útero materno. Cada año nacen en el mundo 15 millones de bebés antes de llegar a término, uno de cada diez nacimientos, una cifra que continúa en aumento. Las razones de este aumento en los países desarrollados están ligadas al retraso de la edad de la primera maternidad y el consecuente aumento de técnicas de reproducción asistida que, a su vez, implican más embarazos múltiples con mayor riesgo de prematuridad.
Durante las últimas décadas, la supervivencia de estos niños ha mejorado significativamente, lo mismo que su estado de salud. No obstante, el nacimiento de un bebé prematuro supone una experiencia extremadamente traumática tanto para los padres como para el recién nacido.
Los padres han de enfrentarse a circunstancias como un parto de riesgo, una separación inicial, a menudo, sin poder ver ni tocar a su hijo y un recién nacido percibido como en peligro de muerte y con riesgo de anomalías y secuelas. Estas circunstancias pueden afectar a la capacidad afectiva y emocional de los padres tanto durante el proceso de la estancia hospitalaria de su hijo como en el proceso de crianza posterior.
Por otro lado, los niños prematuros presentan problemas de salud tanto a corto plazo como en su evolución, que pueden afectar a su calidad de vida especialmente de tipo cognitivo, neurológico y motor (daño cerebral, déficit de atención, hiperactividad). La atención temprana en estos niños es fundamental puesto que la estimulación cognitiva en los primeros años de vida permite corregir en gran medida estas deficiencias.
En la actualidad, se está produciendo un cambio en el paradigma asistencial al prematuro importando tanto la supervivencia como que ésta sea libre de secuelas discapacitantes.
En este marco, nace la Asociación Gallega de Familias de Niños Prematuros (AGAPREM) que aboga por una asistencia de la mejor calidad técnica, que al mismo tiempo suponga el mínimo estrés para los recién nacidos, que les ofrezca un entorno adecuado para su desarrollo y que considere a los padres como parte del plan terapéutico y principales cuidadores fomentando el vínculo con sus hijos a través de su participación e implicación en su cuidado. Así mismo, la Asociación pretende que los padres reciban el apoyo emocional necesario para una adecuada aceptación, adaptación y afrontamiento del cuidado y crianza de sus hijos y que los bebés prematuros reciban atención temprana especializada tanto en carácter preventivo como paliativo y un adecuado seguimiento de su desarrollo.